Dos estilos de juego antagónicos
El España-Francia de semifinales de la Eurocopa 2024 se intuía como un partido igualado donde los dos equipos iban a presentar dos estilos de juegos antagónicos. La lógica nos podía hacer pensar que el conjunto de Luis de la Fuente iba a intentar tener un mayor control del balón mientras que los de Didier Deschamps buscarían un juego más vertical y directo donde sus extremos pudiesen recibir en ventaja y con espacios para correr.
Rodri, Fabián y Dani Olmo, conexión milimétrica
Tal y como se ha mencionado anteriormente, la influencia en el juego de unos y otros no tiene nada que ver.

El balón, otra manera de defenderse

Siempre se ha dicho que los mediocentros son el termómetro y la batuta de cualquier equipo que juegue al fútbol. Y no le falta a la razón dicha información. A través del juego de los mediocentros puede observarse como este puede influir en el resultado.
La única vez que los mediocentros de Deschamps combinaron más veces que los españoles fue durante los 10’ primeros, justo donde se produjo el 0-1 inicial de Kolo Muani. Sin embargo, a raíz de este gol tempranero el juego se fue igualando y los españoles se fueron haciendo con el dominio de la pelota en los cuatro minutos que consiguieron dar vuelta al encuentro con los tantos de Lamine Yamal y Dani Olmo.
A partir de este momento, los mediocentros de Luis de la Fuente se hicieron dueños y amos del partido. Durante la segunda parte, especialmente a raíz de los cambios, se ve como la diferencia de pases entre un equipo y otro era mayor. A su vez, esta ventaja se vio incrementada notoriamente en los minutos finales donde España, a través de la posesión buscó defenderse, controlar el partido y mantener a Francia lejos de su portería. Algo que logró ya que los centrocampistas de Francia apenas tocaron el balón en el descuento de la segunda parte.
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