Los octavos de final mostraban a España como la gran favorita ante la sorprendentemente debutante, Georgia, que salió con mismo once que el partido ante Portugal, esperaba dar la sorpresa con Kvaratskhelia, Chakvetadze y Mikautadze a la cabeza.
España, más descansada, aparecía con su equipo de gala y dominaba la posesión desde el inicio con su fútbol característico, buscando cambiar de lado rápido hasta que apareciera un espacio. El bloque bajo de Georgia dificultaba la tarea de España, buscando una verticalidad importante hacia su tridente ofensivo.
Esta verticalidad la podemos ver en este gráfico, donde vemos su zona de incidencia muy cerca de su portería y cómo tratan desde allí realizar pases especialmente directos al tridente ofensivo, que trata de hacerse amplio en campo contrario. Es en una de estas pocas acciones en las que Le Normand introduce el balón en su propia portería.
El empate de España no se hizo esperar mucho, y vino tras una jugada en la que hundiendo al rival poco a poco, Rodri recibió en la frontal del área y con pierna zurda cruzó el balón al palo largo.
España, a través de un estilo de juego donde hay que tener muy en cuenta a Rodri como distribuidor, es capaz de controlar el ritmo de partido sin demasiados problemas ante la mayor parte de los rivales. Aquí destacamos las redes de pases del autor del primer gol español.
En la segunda parte, Georgia comenzó con una ocasión desde el centro del campo que dio un pequeño susto, pero España no se arrugó. Tras una falta que Mamardasvihli tuvo que sacar a bocajarro, Fabián Ruiz entraba al segundo palo tras un gran centro cruzado de Yamine Lamal y remataba sin oposición.
En estos últimos 45 minutos las piernas pesaron algo más y se empezaron a observar posesiones de balón más largas para el equipo español. A Georgia la pelota le quemaba, y muestra de ellos son los pases completados.
Conforme pasaban los minutos, el único peligro de Georgia era el ataque por bandas, y una vez superada la primera linea de presión española, buscaban la verticalidad por bandas con ataques tímidos, sin llegar a que Unai Simon interviniera, y con una falta de remates entre los tres palos evidente.
El tercer gol de España llegó tras una gran jugada de Nico Williams, que tras acabar en el área pequeña, puso el balón por encima del portero; nada que hacer para Mamardashvili. Dani Olmo remató la faena con un gran golpeo al palo largo, suave y con el interior, cogiendo una curva que acabó con el balón dentro. El partido ya se había decantado a favor de La Roja, y tras el pitido final se confirmó: España se enfrentará en cuartos de final a Alemania.
Si antes destacábamos la superioridad de Rodri, no podemos dejar de hablar de los dos puñales de la selección española. El cambio de juego ha variado y, pese a que se sigue queriendo el balón como en ese famoso “Tiki-Taka” casi impuesto, la verticalidad gracias a Lamine Yamal y Nico Williams hace que el juego de los de De la Fuente haya mutado a una mayor rapidez para llegar a área y, sobre todo, a mayor capacidad para finalizar.
Aquí, en el gráfico inverso al primero que enseñamos, podemos ver bien las zonas de influencia de juego de La Roja en el último partido, buen ejemplo de lo que supone su juego en esta EURO2024.
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