A PESAR DE PERDER AL MEDIOCENTRO DEL SEVILLA ZLATKO DALIC PUDO MANTENER PARA ORGANIZAR EL JUEGO DE SU SELECCIÓN A BROZOVIC, KOVACIC Y MODRIC, EL CAPITÁN Y DIRECTOR DE PRQUESTA DEL EQUIPO.
Madrid, 25 de noviembre de 2022. Croacia debutaba en el mundial ostentando el subcampeonato de la anterior Copa del Mundo. Un logro que culmino la trayectoria de una generación dorada en la selección balcánica y dio paso a una renovación. Una de las bajas más sensible fue la despedida del fútbol internacional de Rakitic. A pesar de perder al mediocentro del Sevilla, Zlatko Dalić pudo mantener para organizar el juego de su selección a Brozovic, Kovacic y Modric, el capitán y director de orquestra del equipo.
Fueron estos mismos jugadores los encargados para formar en la medular en el estreno del combinado croata en Qatar. Por sus pies debía pasar el juego de creación y a partir de allí empezar a sorprender a Marruecos. Con una defensa bien posicionada y creando una telaraña, los norteafricanos consiguieron que ninguno de los tres fuera capaz de conectar fácilmente con los jugadores de arriba. Un buen trabajo colectivo, en el que destacó Amrabat.
La sensación que a Croacia le costaba un mundo llegar arriba y crear juego se puede ver reflejada en los pases que dieron la tripleta de mediocentros.
La representación de pases de Modric ya muestra una abundancia de pases en la zona central y en campo propio. Además, hay muy pocos pases verticales para saltar las líneas defensivas del equipo de Hoalid Regragui. El buen posicionamiento y trabajo defensivo colectivo impidieron a Croacia progresar con facilidad. En consecuencia, sin saber que hacer en algún momento con el balón, los de Dalic se pasaron el esférico en horizontal. Para participar, los tres tenores de Croacia debían venir a recibir en el inicio de la jugada, pues en campo rival les era muy difícil.
A Brozovic, más posicional, le pasó más de lo mismo. Además, cuando uno no encuentra los huecos y los espacios por donde filtrarse en la defensa rival, termina devolviendo el balón para atrás. Circular de nuevo, volver a empezar. Sin éxito en muchas situaciones de partido.
Kovacic no fue una excepción y él tampoco pudo desempeñar ese papel organizador cuando Croacia se encontraba en ataque posicional.
Con dificultades para enlazar con los delanteros, las ocasiones fueron escasas. Vlasic tuvo la más peligrosa al límite del descanso, pero falló. Croacia le costó crear, pero estuvo también segura en defensa. Con este escenario, no es sorprendente que no hubieran muchas acciones de gol claras, a pesar de algún remate a portería.
Marruecos encontró el camino para maniatar a Croacia. Desarticular el peligro y la calidad de creación de los tres genios croatas pasó para dejarles sin espacios hacia donde hacer el pase. Si ellos no crean, su equipo sufre.
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