La selección alemana no ha tenido grandes problemas para ser primera de grupo y obtener billete para los octavos de final de la Eurocopa, un torneo que juega como local. Dirigidos por Julian Nagelsmann desde el banquillo y por Toni Kroos desde el centro del campo, los germanos han mostrado al mundo el tremendo potencial que tienen en su línea ofensiva. La descarada juventud de Wirtz y Musiala (21 años ambos) combina a la perfección con un experimentado Gündogan, que actúa como mediocentro llegador, y la versatilidad de Havertz como un delantero atípico.

Los cuatro fantásticos del combinado teutón han destacado, entre otros aspectos, por su eficacia de cara a puerta. Alemania ha sido la selección más goleadora a lo largo de la fase de grupos (8 dianas) y la responsabilidad reside en el ataque de la Mannschaft.

Musiala ha hecho dos goles con solo cuatro disparos entre los tres palos y un xG acumulado de 0,44. La estrella del Bayer Leverkusen, Florian Wirtz, aún no sabe lo que es disparar a portería y no marcar: un tanto en su único tiro entre palos (xG de 0,1). El veterano Gündogan también se ha sumado a la fiesta del gol con una diana en cinco intentos a puerta y un xG acumulado 0,58. También ha sumado un tanto a su cuenta particular Havertz, que es el único de los cuatro con diferencia negativa entre goles y xG acumulado (1,19). En suma, los cuatro que conforman la línea ofensiva titular de Alemania han conseguido 5 goles con 15 disparos a portería y 2,31 xG acumulado.

Papel clave del banquillo alemán

Si los cuatro fantásticos nos han deleitado con su eficacia de cara a puerta y la cantidad de recursos para generar peligro en área rival, los elegidos por Nagelsmann para salir como suplentes no se han quedado atrás. Aquí es donde aparecen nombres como Füllkrug, Leroy Sané o Emre Çan, vitales para el cuadro alemán en los tres partidos de la fase de grupos.

Füllkrug se lleva la medalla de oro con dos goles en dos disparos a puerta y sumando un xG de tan solo 0,4. Su tanto contra Suiza en el último suspiro fue clave para sumar un punto que ha permitido ser primera a la selección germana. Leroy Sané ha realizado hasta cuatro disparos entre palos, a pesar de no haber celebrado ningún gol. Quien sí festejó una diana fue Emre Çan, que anotó el quinto a Escocia en el partido inaugural del torneo en el único disparo a puerta que ha realizado y con 0,04 xG acumulado.

Los suplentes del conjunto teutón han sumado 3 goles en tan solo 8 disparos a portería, una cifra que llama poderosamente la atención. Más aún teniendo en cuenta que esos ocho disparos han sumado menos de un gol esperado (0,75). Los gráficos incluidos en el artículo muestran la ubicación de los disparos a puerta realizados por los atacantes titulares y suplentes, reforzando visualmente cómo la distribución precisa de Kroos facilita la generación de oportunidades de gol.

Suiza plantó cara al anfitrión

El partido de mayor relevancia en el grupo A ha sido, sin duda alguna, el que enfrentó a Alemania y Suiza en la tercera y última jornada. A pesar de que la selección germana dominase la posesión (67 %), esta no se tradujo en un claro dominio del encuentro. La solidez del cuadro helvético fue clave para equilibrar el partido, lo cual consiguió demostrando un alto número de duelos ganados y una capacidad sorprendente para neutralizar los ataques alemanes.

La eficacia del bloque defensivo suizo y su habilidad para completar un gran porcentaje de pases muestran cómo lograron frenar a una Alemania que había dominado claramente a sus otros rivales. El mérito de Suiza radica en su capacidad para contener a Alemania y generar oportunidades ofensivas significativas.

Por otro lado, Alemania mostró una clara superioridad en sus partidos contra Escocia y Hungría. Ante la selección británica, los de Nagelsmann controlaron el juego con un 73 % de posesión y demostrando un dominio abrumador con una alta precisión en pases claves y tiros a puerta. Ayudó a reflejar la superioridad la casi nula aportación ofensiva del combinado escocés a lo largo de todo el partido.

Contra el cuadro húngaro, la selección germana nuevamente fue dueña de la posesión, aunque los de Marco Rossi mostraron cierta eficacia en sus tiros a puerta, que no fueron demasiados. Sin embargo, no fue suficiente para contrarrestar la superioridad alemana. Figuras como Musiala y Gündogan destacaron en ambos encuentros por su efectividad y contribuciones decisivas, consolidando de esta manera la supremacía de Alemania. En este contexto, el rendimiento de Suiza contra los anfitriones llama aún más la atención, evidenciando el mérito de igualar fuerzas con una selección con jugadores, sobre el papel, muy superiores y con un claro peso de la historia a su favor, así como el ambiente generado en cada partido de la Mannschaft en tierra germana