Antecedentes del partido: Italia vs. Suiza

Las selecciones de Italia y Suiza se enfrentaron en un duelo decisivo tras mostrar desempeños distintos en la fase de grupos de la Eurocopa 2024. El cuadro italiano tuvo un rendimiento irregular, con secuencias de juego variables y un promedio de pases exitosos por secuencia de 3,02, mostrando diferencias significativas según el rival: 4,54 contra Albania, 1,87 contra España y 2,64 contra Croacia. Las secuencias que terminaron en disparo también fluctuaron, con un promedio de 5,82 pases antes del disparo. La altura de recuperación fue clave para el combinado de Spalletti, con un promedio de 55,08 metros contra Albania, 44,23 metros contra España y 46,55 metros contra Croacia. Excepto contra la selección albanesa, Italia no generó ocasiones peligrosas con recuperaciones altas.

Por otro lado, Suiza en fase de grupos mostró estabilidad en sus secuencias de juego, con un promedio de 212 a 215 por partido, aunque su tasa de pases exitosos por secuencia ha disminuido progresivamente, promediando 1,65. Las secuencias que terminaron en disparo también disminuyeron. El equipo helvético ha sido productivo en el último tercio, especialmente desde la banda derecha contra Hungría, pero su producción fue menor contra Escocia y Alemania. La altura de recuperación de los suizos es baja, reflejando su planteamiento de juego, con 49,41 metros contra Hungría, 40,73 metros contra Escocia y 45,14 metros contra Alemania. Este enfrentamiento se destacó debido a los estilos de juego tan diferentes y las capacidades tácticas de ambos.

Partido: Italia vs. Suiza

En los primeros 20 minutos del encuentro, Italia mostró nerviosismo y timidez. Luciano Spalletti planteó una estrategia defensiva de bloque bajo con línea de cuatro defensas y cinco centrocampistas. Este planteamiento otorgó el control del balón a Suiza, que como podemos ver en los siguientes gráficos, generó acciones ofensivas en el medio campo, mientras que los azurri se limitaban a esperar destellos de Chiesa por las bandas.

El equipo helvético ya había demostrado su capacidad al poner en aprietos a Alemania en su partido anterior. La selección suiza dominaba el esférico con un juego preciso liderado por Granit Xhaka. El jugador del Leverkusen llevó completamente la batuta del partido con tan solo 4 pases fallidos.

 

También es remarcable como llegaron con facilidad al último tercio y recuperando muy alto el balón.

La primera ocasión clara del partido llegó en el minuto 24. Breel Embolo, delantero suizo del Monaco, que causó problemas con sus desmarques, se plantó mano a mano (0,52 xG) y tan solo una excelente intervención de Gianluigi Donnarumma evitó el gol (0,76 xGOT). A pesar del dominio de los de Murat Yakin, no lograron transformar su control en numerosas ocasiones manifiestas, con algunas aproximaciones de Ndoye y un disparo lejano de Ricardo Rodríguez.

El primer tanto llegó tras una pérdida de balón de Italia en su propio campo. Rubén Vargas recibió el esférico y asistió a Remo Freuler, liberado ante el excelente movimiento de arrastre de Embolo que generó el espacio. Tras un control impreciso, el centrocampista del Bologna consiguió conectar de volea con su pie izquierdo, batiendo a Donnarumma. Este gol hizo justicia al dominio suizo y puso a Italia contra las cuerdas. Después de encajar, Italia intentó dominar el balón, pero su posesión fue ineficaz y no logró inquietar a la defensa suiza.

En la segunda parte, Suiza amplió su ventaja con un gol tempranero de Rubén Vargas aprovechando la pasividad defensiva italiana. A pesar de los cambios y la búsqueda de una remontada por parte de Spalletti, la Azzurra fue incapaz de generar peligro real. La entrada de jugadores como Zaccagni y Retegui no logró cambiar la dinámica del partido y Suiza mantuvo su ventaja sin mayores complicaciones.

Los últimos 30 minutos del encuentro fueron muy duros para Italia, un equipo sin alma, muy lejos de la gloria pasada. El cuadro centroeuropeo, con una gran presión en campo rival y elaborando con criterio a partir de Granit Xhaka y la profundidad de Rubén Vargas, mostró las carencias defensivas de una Italia muy diferente a lo que un día fue y que enfrenta un futuro desolador. Por su parte, Suiza avanzó a los cuartos de final y se medirá al ganador del partido entre Eslovaquia e Inglaterra.

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