La incorporación de datos como piedra angular en el ecosistema de trabajo de una Dirección Deportiva es vital para su progreso, para optimizar su desempeño y resultados.
Valladolid, 16 de octubre de 2023.- El fútbol es emoción, es vivencia, es pasión, es sentimiento, pero también es evolución, avance, información y profesionalización. El fútbol está lleno de sesgos personales. Muchas veces en la madriguera de la impersonalidad se esconde el premio. El éxito y el fracaso en el fútbol están separados por una mousse muy fina y el dato puede ayudar a saborearla.
El dato debe estar integrado como parte de una metodología de trabajo de una Dirección Deportiva. Todo proceso de selección de jugadores lleva implícito grandes volúmenes de información y, aunque parezca descabellado, el tratamiento y la visualización del dato toman mayor importancia en entidades con presupuestos más bajos y en direcciones deportivas pequeñas sin apenas técnicos. Un ingrediente objetivo que permita profundizar más en el juego y que acompañe a la conclusión de un ojo clínico es una dulce brisa en un mar en tempestad.
Supongo que, al margen de los gustos marítimos y paisajísticos, todos preferimos un Mar Mediterráneo en calma que permita navegar y mantener nuestro barco a flote. Cuanta más información tengamos sobre nuestra travesía, como es lógico, y cuanto más aseguremos la amura de la mayor y del foque al botalón y en la proa, respectivamente, mejor amarraremos las velas.
Desde la bocana del puerto todo parece nítido y cristalino. Las aguas verdes esmeralda, azules verdoso y de color ultramar esconden un fondo marino lleno de escondites y de caminos arenosos suntuosos que un buen marinero debe controlar. No importa que el velero sea grande o pequeño, ya que el marinero que va en él debe conocer a la perfección que es lo que se va a encontrar. En el fútbol, el marinero es el director deportivo, el velero es la dirección deportiva, el fondo marino es la información a contrastar y el agua de la superficie es aquello que el ojo ve. A veces, basta con ver el mar desde las alturas, pero otras veces es necesario sumergirse para obtener la mejor respuesta posible. O, mejor dicho, la más completa y aquella que hunde el riesgo de cualquier operación de contratación.
Amarrando, hagamos unas preguntas que invitan a la reflexión. ¿El dato puede ayudarme a tomar mejores decisiones en mi día a día? ¿El dato puede ayudarme a descubrir aspectos relevantes que el ojo no logra alcanzar? ¿El dato puede ayudarme a llegar antes que otros equipos y proporcionarme una ventaja competitiva a la hora de contratar a un jugador? ¿El dato puede permitirme ahorrar coste económico e invitarme a contratar a un jugador con un valor de mercado que aún no se ha disparado? En definitiva, súbanse al velero propuesto y comprueben por ustedes mismos las respuestas a estas preguntas y formúlense algunas más. Dato, innovación, tecnología, sentimiento, emoción, pasión y conocimiento.
Por Pablo Sanzol. Responsable de Análisis de Datos de la SD Eibar.
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